Ayer tras terminar de pintar los Exterminadores de asalto con cuchillas, estaba de la pintura hasta el gorro, por desgracia me suele pasar a menudo estos últimos meses, miro la estantería con lo que tengo pintado y lo que no, y al final me deprimo. Así que decidí cambiar de tercio y hacer una de esas cosas que me gustan, hacer transformaciones o conversiones de las miniaturas. Y dicho y hecho.
Aparecieron en una caja dos Ángeles Oscuros que compre hace ni se sabe ya... en la fecha del molde pone que fueron diseñadas en el 89, así que me imagino que las compraría entorno al 90 o 91. Ya me he despistado otra vez... Estas miniaturas de Ángeles Oscuros están ataviadas con unas túnicas y se me encendió la bombilla y me dije:
"Estas van a ser perfectas para mi guardia de honor". Así que no perdí el tiempo y desmonte los brazos de las miniaturas, y comencé a bucear en mi caja de restos.
Seleccioné una y la vi perfecta para convertirse en el campeón del capítulo (o campeón de la 2ª compañía) y las ideas surgieron solas.
Lo primero fue hacer el escudo, tomé uno que me sobró de la caja de exterminadores de asalto, y uno de las cruces de la cápsula de desembarco. Añadí un brazo derecho, después de cortarle la mano y unirlo al escudo.
Fue en ese momento cuando me asaltó la duda sobre el arma que iba a ponerle, no quería recurrir a la espada de energía típica, quería algo que destacase en el tablero, así que regresé a mi caja de restos, pero nada. Entonces se me ocurrió ir a mirar en la caja de figuras antiguas a ver que encontraba y acerte de pleno. Allí estaban unos antiguos Caballeros Grises en armadura de Exterminador con su lanza, así que cogí las dos lanzas, y corté las puntas. Tras recortarlas y limarlas las uní. El proyecto ya tomaba forma de verdad.
Aquí tenéis una foto en detalle de la lanza de energía que improvise anoche. Después de transformar el brazo, haciendo los cortes y orificios pertinentes, terminé de montarlo. Para rematar la faena, limé alguna rebaba del metal e iguale la zona de unión para que no destacara una vez imprimado y que no se viera ya pintado. Añadí dos trozitos de alambre cubierto por el plástico y un par de sellos de pureza.
Aunque yo creo que la miniatura ya está como quería, se me han ido ocurriendo más ideas, pero aun no lo tengo claro. La mejor idea es hacerle alguna conversión a la mochila, ya sea ponerle un estandarte. o hacer algun cambio más pequeño pero igual de vistoso, pero todo se andará.
Y este es el resultado final, incluyendo una peana de resina, para ayudarle a destacar más aun en el campo de batalla. Aunque al ser una miniatura de metal y que no puedo hacer mucho por cambiar la pose de las piernas, el cambio de los brazos, alargándolos sobre todo y separándolos del cuerpo, le ha dado el dinamismo que buscaba, ya veremos como me las apaño para pintarla.
Esta es la segunda conversión de la noche, mi futuro portaestandarte, equipado con el estandarte (por supuesto) y un hacha de energía, o debería decir arma reliquia, llegado el caso.
Para esta miniatura, tampoco podía hacer mucho con la pose de la parte inferior del cuerpo, pero con los brazos tenia más juego. Comencé por el estandarte, en mi caja de restos hay algunos de los nuevos sin relieve así tomé uno de ellos y busqué un brazo que le viniera bien. Al estandarte le corte el asta, para utilizar un trozo de clip extendido. De esta forma podía hacer un orificio en la mano y pasar el clip sin problemas y sin arriesgarme a romper la mano en el proceso.
El tema es que no caí en darle más vuelo al estandarte, o haberlo puesto un poco más bajo. Como veréis en esta fotografía, el estandarte tapa casi por completo la miniatura, pero en realidad no podía hacer mucho más.
Aseguré las uniones con un poco de masilla verde y me lancé a la segunda parte de esta conversión, el otro brazo y su arma.
Pero claro, si en algún momento este arma tenia que ser un arma reliquia no podía dejarla como estaba, algo había que hacer. No quería hacer un hacha de doble hoja, ya había hecho eso para la lanza del campeón, así que le di unas vueltas y se me ocurrió lo siguiente.
Corte la parte posterior del hacha y la lime con cuidado para no dañar el resto. Y buscando en la (ya famosa) caja de restos, encontré unas aguilas imperiales del kit de la cápsula de desembarco. La corte por la mitad y pegue ambas mitades una contra la otra; lime bien los extremos y la pegué a la parte posterior del hacha. En la imagen podéis ver como quedo el invento. Para finalizar, separé un poco el brazo del cuerpo y añadí algunos detalles como el sello de pureza en la hombrera.
En este caso, tengo el mismo problema que con el campeón, si le hago alguna modificación será en la mochila, para igualar a todos los miembros de la la guardia de honor o escuadra de mando.
Pero claro, esto no era suficiente, y como no tengo aun pintada ninguna miniatura para que sea mi capitán de la 2ª compañía, me lancé a por uno de los que tengo, en concreto el capitán de la caja de Asalto a Black Reach. Esa miniatura en concreto no me gusta, la veo recargada en exceso, pero por probar cosas nuevas me viene al pelo.
Nunca he trabajado con la masilla a menos que sea para rellenar huecos o reforzar alguna unión, así que esta tarde me he tirado a la piscina y he probado una de las técnicas básicas, hacerle una capa de pieles. Después de mirar en foros buscando un tutorial que me hiciera dar el paso, me puse con ello, poquito a poquito, un churrillo aquí, otro allí y a modelar la piel con la lanceta.
Por desgracia me pase poniendo masilla, pero bueno, seguí modelando hasta donde llegó. Se me quedo la capa más larga de lo que yo quería, pero me ha gustado el resultado, así que ya tengo capitán de la 2ª compañía.
Y como a las anteriores, también le he colocado en una peana de resina que la levanta un poco más, que merece destacar.
