viernes, 14 de mayo de 2010

Días muy ajetreados

Otra vez he estado demasiado liado como para sentarme a escribir, así que aprovecho esta tarde de viernes para ir poniéndome al día.
El pasado martes, al final, me dio tiempo para terminar la escuadra de devastadores que quería utilizar en la partida del miércoles. Aunque no me dio tiempo a revisar la lista del ejército, por si necesitaba algún cambio, terminé con la lista a la que hice referencia la semana pasada:
1 Capellán
2 Unidades tácticas con sus respectivos rhinos
1 Escuadra de devastadores (4 lanza misiles)
1 Cañón tormenta
1 Dreadnought con cañón de asalto y su cápsula

El miércoles durante la partida desplegué primero, pero toda la ventaja que podría haber tomado se fue al traste por que mi contrincante me robo la iniciativa. Eso me arrastró a la catástrofe desde el primer turno y me obligó a  improvisar la mitad de la táctica. La partida fue Aniquilación y batalla campal, lo cual ya me ponía muy cuesta arriba la posibilidad de ganar.
Durante el primer turno orko, hizo salta por lo aires mi cañón tormenta (pero no al tecnomarine) y a la mitad de mi escuadra de devastadores, con lo que para mi primer turno había perdido el 75% de las posibilidades de hacer algún daño y rebajar las unidades enemigas.
Durante el segundo turno orko el resto de mi escuadra de devastadores pereció irremediablemente.
Mi segundo turno fue más de lo mismo, empezar a correr esperando que la infanteria orka quisiera pillarme en el cuerpo a cuerpo, y la verdad es que así fue.
Al final del turno 2 ya iba perdiendo 1-0.
Durante el tercer turno orko, alejé todo lo que pude mis unidades del alcance de sus zakeadorez y reduje las bajas todo lo posible, y sólo quedó inutilizada la cápsula por lo que el lanza misiles quedó fuera de uso.
Durante los siguientes turnos logré reducir sus unidades y al final del turno 5 no sólo empaté si no que me puse por delante 2-3. Pero la mala suerte con los dado volvió a jugármela y no solo hubo un sexto turno, también tuvimos un séptimo, de nada sirvió rezarle todo lo que me sabia al emperador, en el sexto turno el orko me empato y en el séptimo aniquiló lo que me quedaba.
Resultado final 5-3 a favor del orko.
A veces la impotencia de ver como todo sale mal desde el comienzo duele más que el hecho de perder y esa fue la sensación que tuve durante toda la partida. Reconozco que no todo me salió mal, al fin y al cabo si la partida hubiera terminado en el turno 5 hubiera ganado, arrastrándome como un gusano, sí, pero la victoria hubiera sido muy satisfactoria teniendo en cuenta todos los problemas. Pero por desgracia no siempre se puede contar con los resultados necesarios.
A ver si pronto rompo la mala racha.

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