sábado, 9 de octubre de 2010

Élitro (VI)

En realidad pocos avances vais a ver de los élitros, básicamente esta entrada es para reafirmarme en mi propia "burricie".
Esta tarde he empezado a pintar los dos élitros, pero ya que me ponía me dije:

"¿Y porqué no me pongo ya y pinto mi segundo tervigón?".

Vale que no es precisamente el mejor de todos los que he hecho, pero la verdad me compensa pintarlo y usarlo en las partidas, aun me sobran huecos en mis tropas de línea, así que no sería difícil incluirlo como línea. Pero a medida que iba aplicando la primera capa de tintas al tervigón, me surgió la duda:

"Sólo tengo 60 termagantes pintados y si voy a tener 2 tervigones, voy a necesitar más. Calculando a "grosso modo" la media de partos es de dos por partida por cada tervigón, y la media de termagantes resultantes esta en diez... bueno, venga vamos a pintar otros 15 más por si acaso".



En definitiva he vuelto a emponzoñarme con la pintura, pero pensándolo fríamente resulta que es cierto, y lo que es peor, por cada tervigón que ponga en el tablero he de tener en cuenta que necesito unos 20 termagantes más de la cuenta, y siempre teniendo presente que las bajas se pueden reciclar, pero si dejo una progenie o dos en reserva, esas no las puedo tocar, lo cual me obliga a meter en la mochila muchas más miniaturas. Lo que me lleva a otro problema... ¿como carajo juego yo una partida a 1500 puntos sin tener que llevar dos mochilas?. Y eso que ya tengo un gran problema de espacio en casa y no se donde exponer mis marines espaciales, y ahora me encuentro que los tiránidos ocupan el doble de espacio. Lo malo de todo esto, es que sólo me he metido con lo más básico del ejército, ¿qué hago en cuanto meta los guerreros tiránidos o los mantifexes?, sí aun no he montado ningún enjambre de devoradores y ya tengo un buen montón pendientes, y para colmo, los de GW me lo han dejado a huevo para seguir haciendo conversiones y conversiones para ampliar mi ejército.
Sólo me queda decir una cosa... os odio.

Para colmo de males, esta es la típica noche que te apetece salir a tomar una cerveza o seis, bueno, las que sean menester, y aquí estoy en casa, sentado entre la mesa de pintura y la del ordenador haciendo balances de espacio, de pintura y pensando en como voy a hacer mi parásito de Mortrex. Si ya lo decía mi abuela:

"Encima de puta, apaleada".

Y así no se puede ir a ningún sitio, bueno... sí, sí que se puede, al TOS a ver si ganas haciendo coleguillas enseñando tu sonrisa Profident.

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